"Acuíferos Costeros: ¿Intrusión de Agua Salina?"

"Acuíferos Costeros: ¿Intrusión de Agua Salina?"

El agua es un recurso vital para la vida en la Tierra, y aunque el planeta cuenta con alrededor de 1,400 millones de Km cúbicos de agua, de los cuales 2.5% son de agua dulce, que se encuentra localizada principalmente en ríos, lagos, glaciares, mantos de hielo y acuíferos subterráneos.

Imagen 1. Agua en el Mundo.

De acuerdo al INEGI, los usos que le damos al agua en México son: 76% agricultura, 15% abastecimiento público urbano, 5% industria y 4% generación de energía eléctrica. Es importante señalar que actualmente más del 30% del suministro de agua potable y cerca del 43% del agua utilizada para riego y producción de alimentos proviene de fuentes subterráneas, según el Centro Internacional de Evaluación de Recursos de Aguas Subterráneas (IGRAC).

Imagen 1. Usos del Agua en México (SINA, 2020)

Las reservas de agua subterránea, como los acuíferos, desempeñan un papel crucial en la vida cotidiana, la economía y la preservación del medio ambiente. Sin embargo, la falta de información detallada sobre su funcionamiento y la gestión inadecuada pueden llevar a problemas graves, como la intrusión de agua salina en los acuíferos costeros, que puede resultar en la inutilización permanente del acuífero si no se detecta a tiempo.

México dispone aproximadamente del 0.1% del total de agua dulce disponible a nivel mundial

En México, el sector que más agua desperdicia es el que más la consume: el sector agropecuario (agricultura y ganadería). Las estimaciones de la Comisión Nacional del Agua mencionan que 57% del agua que consume se pierde por evaporación pero, sobre todo, por infraestructura de riego ineficiente, en mal estado u obsoleta. La superficie irrigada es de 6.3 millones de hectáreas y aporta el 42% de la producción agrícola nacional. Las pérdidas por infiltración y evaporación ascienden a más de 60% del agua almacenada y distribuida para fines agrícolas.

¿Que es la Intrusión Salina?

La intrusión de agua salina es un proceso mediante el cual el agua del mar se filtra hacia los acuíferos subterráneos de agua dulce, contaminándolos y reduciendo su calidad. Esto contamina el agua dulce y puede detenerse solo cuando la presión del agua dulce aumenta lo suficiente para equilibrar la intrusión salina.

Ilustración 2. Modelo Conceptual de posibles fuentes de contaminación en acuíferos costeros.

Factores que contribuyen a la intrusión de agua salina

La extracción excesiva de agua dulce de los acuíferos costeros es una de las principales causas de la intrusión de agua salina. Cuando se extrae más agua de la que se recarga naturalmente, se crea un gradiente de presión que permite que el agua salada del mar se infiltre en el acuífero. Además, el aumento del nivel del mar debido al cambio climático también agrava este problema al empujar el agua salada tierra adentro. La intrusión de agua salina también puede ocurrir debido a la sobreexplotación de los recursos hídricos y la falta de barreras físicas que protejan los acuíferos, así como a cambios en los mecanismos de recarga. Además, la intrusión de agua salina puede dañar los ecosistemas costeros, afectando la vegetación y la fauna local. Esto, a su vez, puede tener consecuencias económicas al reducir la productividad agrícola y la disponibilidad de agua potable.

Del mismo modo, la salinización del acuífero costero puede estar atribuida también a sedimentos marinos parcialmente lavados dentro o en zonas aledañas al acuífero, desplazamiento de agua salada atrapada en formaciones profundas, infiltración de aguas salobres desde estuarios o fuentes superficiales, entre otros.

Técnicas de mitigación y prevención

Para combatir la intrusión de agua salina, se han desarrollado varias técnicas de mitigación y prevención. Una de estas técnicas es la construcción de barreras de agua dulce, que ayudan a proteger los acuíferos costeros al evitar que el agua salada se infiltre. Otra medida importante es la recarga artificial de acuíferos, que consiste en inyectar agua dulce en los acuíferos para mantener un equilibrio adecuado entre el agua dulce y salada. Además, la gestión sostenible de los recursos hídricos es fundamental para garantizar un uso adecuado y equitativo del agua.

El monitoreo continuo de los sistemas costeros puede ayudar en la remediación, pero también se deben promulgar políticas para proteger estos sistemas. Además de controlar el desarrollo industrial y residencial cerca de la costa, se debe detener la construcción de pozos nuevos y más profundos. Las regiones sobreexplotadas deben ser monitoreadas constantemente para detener la extracción de agua subterránea de acuíferos más profundos donde la intrusión de agua de mar en el sistema está amenazada.

Dado que el agua salada no se puede utilizar para algunos procesos productivos, regar cultivos ni ser consumida por las personas, la intrusión de agua salada puede ser muy problemática para las comunidades costeras que dependen del suministro de agua dulce subterránea para su sustento.

Una mezcla de agua dulce con 2% de agua salada la hace no apta para consumo humano y que la proximidad de los pozos a la línea de costa aumenta la probabilidad de salinización por agua marina.

Los efectos negativos de la intrusión salina incluyen áreas de acuífero inutilizables debido a la alta salinidad, el abandono de puntos de extracción de agua subterránea y la necesidad de encontrar nuevas fuentes de agua. Además, puede provocar el ascenso de los niveles freáticos, lo que resulta en problemas de inundación en sótanos de edificaciones cercanas a la costa, entre otros problemas.

Imagen 2. Esquema de intrusión de agua salina a manto acuífero y como afecta a los suelos

La determinación de la masa de agua salina en un acuífero costero es extremadamente compleja debido a la necesidad de estudios hidrogeológicos, así como mediciones específicas de los niveles de salinidad en diferentes puntos del acuífero. De la misma manera, los procesos de contaminación inducida por sobreexplotación de los acuíferos costeros o por el aumento de los niveles del mar, requieren de estudios característicos que involucran trabajo de campo (muestreos y perforaciones) y el uso de modelos numéricos, como herramienta para la toma de decisiones.

Lo anterior, no solo permitirá el análisis de la situación actual y comprensión del fenómeno, sino la evaluación de posibles escenarios futuros que incorporen variables antropogénicas y recursos naturales, como el cambio climático, el crecimiento demográfico y el desarrollo turístico.

Todo esto podría contribuir definitivamente al diseño de estrategias sostenibles para mitigar y controlar los procesos de intrusión salina.

¿y cómo estamos?

Los mantos acuíferos en México enfrentan serios problemas de sobreexplotación y salinización. La comisión Nacional del Agua (CONAGUA) ha dividido a México en 13 regiones hidrológico-administrativas (con 653 acuíferos), siendo la XII Península de Yucatán la que tiene la mayor cantidad de agua subterránea, con solo 4 acuíferos, dos de los cuales sufren intrusión marina. En contraste, la región VI Río Bravo cuenta con 102 acuíferos, de los cuales 46 están sobreexplotados y ocho sufren salinización de suelos y aguas subterráneas salobres.

En el 2003 se identificaron 17 acuíferos costeros con problemas de intrusión salina en los estados de Baja California, Baja California Sur, Colima, Sonora y Veracruz (CONAGUA, 2004); dicha condición se mantuvo así hasta el año 2007 (CONAGUA, 2005-2008). Para el 2008-2009 la problemática se presento en 16 acuíferos, estos fueron: Ensenada. Maneadero, Camalú, Colonia Vicente Guerrero y San Quintín en Baja California; Santo Domingo, Los Planes, La Paz y Mulegé en Baja California Sur; Sonoyta-Puerto Peñasco, Caborca, Costa de Hermosillo, Valle de Guaymas y San José de Guaymas en Sonora; y finalmente Costera de Veracruz y Costera de Coatzacoalcos en Veracruz (CONAGUA, 2010, 2011). Para finales de 2012 y hasta el 2014 se identificaron 15 acuíferos con la misma problemática en Baja California, Baja California Sur y Sonora (CONAGUA 2013-2015). Finalmente, del 2015 al 2018, fueron identificados 18 acuíferos costeros con el mismo problema en los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Quintana Roo y Yucatan (CONAGUA, 2016-2018).

Imagen 4. Acuíferos sobreexpltados, 2019 y 2020.

La península de Baja California cuenta con 88 acuíferos, sin embargo, 23 están sobreexplotados y 11 presentan intrusión salina, siendo un problema grave para una región semiárida donde el 70% del agua se destina a la actividad agrícola.

Tabla 1. Regiones hidrológicas de México (CONAGUA, 2018)

Por otro lado, tenemos el Río Sinaloa con intrusión salina, siendo uno de los principales distritos de riego del norte de México junto con Guasave, Sinaloa; son los distritos que utilizan más del 50% del agua para la agricultura en el estado. En Veracruz, se concentra el 33% del agua dulce del país y ya cuentan con mala gestión del recurso por salinización por lo que Xalapa se abastece del agua proveniente de Puebla, estado con el 2.57% del agua del país (CONAGUA, 2015).

Imagen 5. Modelo en tres dimensiones de la cunña de intrusión salina en el Acuífero Río Sinaloa.
Imagen 6. Intersección de la intrusión a lo largo de la línea costera con variaciones de profundidad de 15-60m.

Los resultados del modelo de intrusión salina muestran que la cuña salina penetra al acuífero a lo largo de la línea de costa a una profundidad que varía entre 10 y 60 m. El espesor saturado del acuífero reportado por CONAGUA es de 100 m, para dicha profundidad, el avance de la cuña en superficie varía entre 2.5 y 3.5 km a partir de la línea de costa. A pesar de que los niveles estáticos medidos en los pozos de muestreo no exceden los 10 m de profundidad, se tiene registro de que. algunos pozos pertenecientes a la Junta Municipal de Agua tienen niveles hasta más de 30 m, lo cual, puede ampliar el riesgo del avance de la cuña en el caso de que existiera un sobrebombeo. Los resultados obtenidos indican un riesgo importante a futuro.

Actualmente y nivel nacional, se observa una alta demanda de agua para consumo humano en las zonas metropolitanas y las grandes ciudades, que también enfrentan altos índices de contaminación y escasez. La situación es especialmente preocupante en el norte de México debido a las crecientes temporadas de sequía y escasez, como se ve en los problemas de abastecimiento en Baja California.

Imagen 7. Bioestimulante Germen Energy, una solución ante el estrés hídrico y salino.

Los procesos de sobreexplotación rebasan las posibilidades e intentos de recuperación, sin embargo, es posible mantener estable el funcionamiento de los acuíferos a partir del desarrollo de políticas para la protección del recurso hídrico como la implementación de programas de recarga. Se torna necesario el conocimiento integral de los problemas actuales para poder proponer posibles soluciones que permitan tomar medidas para la preservación y uso sustentable del agua.

 

Referencias

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