En el corazón de los campos mexicanos, la icónica planta de maíz enfrenta una serie de desafíos que amenazan la seguridad alimentaria y la estabilidad económica de los agricultores. La combinación de una sequía implacable, precios a la baja, eventos climáticos y la escasez de agua, ha creado un escenario crítico que requiere respuestas innovadoras y creativas para preservar la diversidad del maíz y garantizar la sostenibilidad agrícola.
México ocupa la séptima posición en la lista de naciones productoras a nivel mundial, siendo Estados Unidos el primer lugar con 387 millones 749 mil toneladas; en segundo China con 280 millones, Brasil con 129 millones; Unión Europea 64 millones 300 mil toneladas; Argentina con 54 millones; India con 34 millones 300 mil toneladas y México con 27 millones 400 mil toneladas.
El maíz representa la especie con mayor variedad a nivel nacional, y una gran parte del territorio se encuentra ubicada en el centro de origen de esta planta. Este hecho conlleva una responsabilidad histórica con relación a la humanidad actual y futura. Además de que constituyen la base de la alimentación de grandes núcleos rurales donde se encuentran dentro numerosas etnias del país. El principal estado productor de maíz blanco es Sinaloa, teniendo 15 de los 18 municipios con mayor superficie de hectáreas de siembra de maíz; los de mayor importancia son Sinaloa de Leyva, Culiacán, Badiraguato, San Ignacio y Cosalá que en conjunto obtienen el 69% del total en el estado. Además de que en la zona se encuentran 11 razas de maíz nativo, por lo que se considera como el Centro de Diversidad Genética alta.
Sin embargo, existen diversos factores que han golpeado al campo mexicano, los principales problemas que reportaron las y los productores y que afectaron su labor y productividad fueron los altos costos de insumos y servicios (88.8%), las pérdidas por algún factor climático o biológico (61.0%), la baja de precios (40.2%), la pérdida de fertilidad del suelo (29.9%) y la inseguridad (22.8%).
El efecto del cambio climático en los cultivos está cobrando cada vez más importancia. La fuerte sequía que atraviesa el estado de Sinaloa, está obligando a los agricultores a disminuir a la mitad su extensión de siembra, esto debido a la escasez de agua en las presas ubicadas en Sinaloa que forman parte de una región vital que aporta aproximadamente 6 millones de toneladas de maíz blanco durante el ciclo otoño-invierno. Debido a esto, se estima una caída del 50% en la producción de maíz, impulsando las importaciones de hasta 23 millones de toneladas en 2024 de maíz.
La Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC) advierte sobre una crisis de granos debido a la sequía y la escasez de recursos en el campo. La producción de maíz en Sinaloa podría traer una caída drástica del 60%, pasando de 5 millones de toneladas a solo 2 millones, incluyendo una reducción de la siembra de maíz a 250 mil hectáreas, la mitad de la extensión tradicional. Además, la cantidad de producción en trigo y frijol será aún menor.
La situación de las presas en Sinaloa, actualmente se encuentran al 33.1% de su capacidad, lo que plantea el riesgo de cierre de compuertas por parte de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en marzo 2024. Esto no solo amenaza la inversión de los agricultores, sino que también podría tener un impacto adverso en la seguridad alimentaria del país.
La afectación de la sequía en el territorio nacional fue de 78%, esta se manifestó como un factor determinante en la reducción proyectada de la producción de maíz en un millón de toneladas durante el ciclo primavera-verano 2023. Con Sinaloa y Sonora, siendo los principales estados productores, estos se enfrentan a una capacidad de almacenamiento de agua del 28%, lo que anticipa una agudización de la problemática en el ciclo otoño-invierno.
Los especialistas en protección de cultivos consideran que el panorama para el ciclo agrícola es desalentador, ya que solo el 6% de los municipios del país se libran de la afectación por la sequía (Campeche, Tabasco y Yucatán). Hasta el 30 de septiembre, se registraron aumentos significativos en las áreas afectadas por este fenómeno, especialmente en el Noreste, Centro Occidente y Pacífico Sur, donde la sequía pasó de severa a extrema. La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), informó que la categoría de sequía extrema se incrementó en estados del Noreste y Pacífico Norte, y surgieron áreas con sequía en Durango y la zona limítrofe entre San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo y Veracruz. Teniendo un 7.88% de aumento de sequía en el país con una cobertura total de 74.96% del territorio nacional.
De enero a septiembre 2023, se reportó una extensión total de 502,550.14 hectáreas afectadas en el sector agrícola, indicando que estas áreas fueron sembradas, pero los cultivos no germinaron. Siento la cifra más elevada para un periodo comparable desde 2018, siendo 679.4% mayor a la del año anterior.
Además de la crítica escasez de agua y los impactos devastadores de la sequía, otro factor adicional muy importante es la tendencia a la baja en los precios del maíz. La disminución de los precios impacta negativamente en la rentabilidad de los productores, dificultando aún más la recuperación económica. En el 2022 el precio por tonelada era de hasta 7 mil 300 pesos, pero por importaciones provenientes de Estados Unidos el precio de la tonelada disminuyó un 40%, teniendo un precio actual de 4 mil 500 pesos por tonelada.
Este declive en los precios del maíz no solo afecta a los agricultores, sino que también plantea preocupaciones significativas para la industria agroalimentaria en su conjunto. La reducción en los ingresos agrícolas puede tener un efecto dominó en toda la cadena de suministro, afectando la inversión, innovación y la capacidad de respuesta a las demandas del mercado. La producción de maíz en México enfrenta una crisis multifacética caracterizada por la sequía extrema, la escasez de agua y la disminución de los precios del maíz. Todos estos factores generan presión sobre los agricultores y la cadena de suministro agroalimentaria. El entorno de condiciones climáticas desfavorables por la lluvia, la sustitución de maíz por cultivos forrajeros menos exigentes de humedad y la disminución de superficies sembradas con maíz de temporal, mezclado con la edad avanzada de los productores y la salida de la población joven de las zonas rurales; no muestra un escenario favorable para salvaguardar la diversidad del maíz.
Ante la crítica situación del campo mexicano, ¿qué acciones creativas podríamos implementar para respaldar a los agricultores afectados y fortalecer la seguridad alimentaria?, ¿qué ideas innovadoras podríamos aportar para construir un camino sostenible hacia la recuperación y el desarrollo agrícola en México?
Artículo sitio web: (24) “Maíz en riesgo: Desplome en cultivos por sequía, aumentará importaciones en 2024” | LinkedIn
Referencias
- Palacios-Velarde., O. Ortega-Corona., A. Guerrero-Herrera., M de J. Hernández-Casillas., J.M. Peinado-Fuentes., L. A. (2008). Conocimiento de la diversidad y distribución actual del maíz nativo y sus parientes silvestres en México. CONABIO.
- https://expansion.mx/economia/2023/11/21/cambio-climatico-altos-costos-financiamiento-agricola-mexico
- https://tierrafertil.com.mx/2023/10/18/preven-caida-de-produccion-de-granos-con-60-menos-maiz-por-sequia/
- https://oem.pressreader.com/article/281513640921085
- https://smn.conagua.gob.mx/tools/DATA/Climatolog%C3%ADa/Sequ%C3%ADa/Monitor%20de%20sequ%C3%ADa%20en%20M%C3%A9xico/Seguimiento%20de%20Sequ%C3%ADa/MSM20231130.pdf
- https://udgtv.com/noticias/sequia-en-mexico-deja-perdidas-totales-en-el-campo/201274